domingo, 6 de abril de 2014

CONFLICTOS









 
La guerra es la aplicación de la fuerza cuando no se
puede utilizar la inteligencia para solucionar los conflictos.
                                                                          Hecocu
CONFLICTOS

Al comenzar la alborada del planeta en su existencia
aparecieron cual maleza, codicia y ambición,
se iniciaron los conflictos al marcar la diferencia
entre nómadas y sapiens por falta de relación.

Los estáticos, creyentes de mayor inteligencia,
construyeron las ciudades de notable población;
los nómadas, en el campo, aceptaron con preferencia
convivir con la libertad, sin reglas ni sumisión.

Las contiendas se iniciaron entre tribus con frecuencia,
entre andariegos que hicieron del ataque su pasión
contra los civilizados que creían en sapiencia
y que esperaban al otro tras gran fortificación.

Durante varios milenios y por pura conveniencia
se mezclaron los dos grupos sin lograr conciliación
y comenzaron las guerras con la mayor virulencia
para someter al otro con barbarie y destrucción.

Las refriegas las hicieron los hombres con preferencia
porque mujeres sufrían total discriminación
creyéndose que eran seres de muy poca trascendencia
y que servían tan solo para hacer reproducción.

La humanidad se desmembró por hacer la diferencia
entre hombres y mujeres que no querían sumisión,
entre los pobres y ricos, de la mayor trascendencia,
y se instituyó el concepto de Estado y de Nación.

Se atacaron los baluartes de la mayor suficiencia,
enclavados en regiones de gran civilización,
y se sembraron los odios basados en teocracia
que llevaron a los pueblos a total devastación.

Pasados unos milenios de fraternidad en Grecia
se fracturó la unidad y se creyó en la rotación,
se organizaron partidos y nació la democracia
que garantizaría el mando al de mejor votación

Con el juego de los partidos se aumentó la injusticia
al elegir mandatarios con sombras de corrupción,
se organizaron élites para lograr alternancia
y se anidó el clientelismo para compra de opinión.

En las naciones surgidas prosperó la intolerancia
contra aquellos que perdían en la villa la elección,
se fraccionaron regiones y creció la burocracia
y se sojuzgó al de abajo con gran saña y sin razón.

Cuando llegó Jesucristo a este mundo en decadencia
Él nos trajo la doctrina de justicia y de perdón.
Los fariseos, escribas, príncipes con arrogancia,
combatieron su enseñanza con barbarie y aversión.

Al cumplirse dos milenios de Jesús en la existencia
la gente aún se obsesiona en cultivar transgresión,
no se respeta al hermano, no se tiene la prudencia
y se tiraniza al otro sin ninguna compasión.

La guerra ha sido el escudo de ficticia democracia
para derrotar por la fuerza al que hace la oposición,
sin pensar en realizar muchos cambios de importancia
para adaptar el Estado y su forma de conducción.

En el mundo habrá concordia y también preponderancia
cuando el dirigente entienda que se requiere la unión,
cuando ya no exista pobreza y se acabe la ignorancia,
cuando se elijan congresos de pulcra reputación.

Noviembre 11 de 1996



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