domingo, 6 de abril de 2014

LA GUERRA













La guerra la planean los poderosos, la dirigen los indolentes,
la ejecutan los soldados y guerrilleros adoctrinados, y la sufren
los pueblos ignorantes e indiferentes.
                                                    Hecocu

LA GUERRA


Seductora palabra con nombre de mujer
inventada por hombres huérfanos de razón
que pretenden por la fuerza a otros someter
para imponer criterios sin alma y sin corazón.

Su nombre lo veneran presidentes y reyes
que gobiernan a su grey sin darle protección,
queriendo que se cumplan sus mandatos o leyes
y teniendo cual piedra su negra convicción.

Por las calles se mueve arrogante y silenciosa,
invitando a los cándidos a una rebelión,
convenciendo a ingenuos con su forma insidiosa
a morir por la causa de vil suposición.

En poblados y aldeas se pasea orgullosa
mostrando su atributo con señales de amor,
como una damisela con cara licenciosa
que vende su cuerpo y alma al diablo, sin honor.

En desiertos, en selvas, en sierras o llanuras,
metida en las trincheras como artero escorpión,
incita a los soldados a luchar con bravura
mientras llega el momento de clavar su aguijón.

Por los aires vuela como un hada prodigiosa
llevando sus mensajes de desintegración,
buscando en ignorantes lucirse cual famosa
por todas las tribunas de comunicación.

Detrás de los conflictos están los timadores
engañando a su pueblo de frente a la Nación
y animando a los tontos a ser libertadores
en medio de promesas y total corrupción.

Las guerras son nutridas con los fondos calientes
de negocios oscuros o de los agiotistas,
de ricos extranjeros o astutos residentes
simulando ante el pueblo ser los idealistas

La guerra es para amigos que viven del negocio
de vender los fusiles, los tanques o el cañón,
los cohetes, misiles que surcan el espacio
y salen cual racimos del vientre de un avión.

Quienes dirigen guerras jamás hacen presencia
en campos de batalla y áreas de operación,
tan solo por arengas se sabe su existencia
en tronos, en congresos o en la televisión.

La guerra es despiadada, temible y mentirosa
con espiral creciente de luto y destrucción
que horada toda mente y el alma más piadosa
llevando hasta el delirio con perversa ambición.

En guerra sólo sufren agentes y soldados,
que tienen como meta cumplir con la misión,
pobladores honestos que son los masacrados
porque no huyen a tiempo de su amada región.

¡Paremos ya la cruel guerra y riñas entre hermanos!
¡Busquemos entre todos mejor lograr la unión!
¡Compartamos espacios como seres humanos
sin penas, sin dolores, con sueños e ilusión!


Julio 20 de 1998. Poema inspirado en la situación real de Colombia en momentos en que los dineros de la economía subterránea se han apropiado de los grupos armados de la subversión y de los grupos paramilitares.


CONFLICTOS









 
La guerra es la aplicación de la fuerza cuando no se
puede utilizar la inteligencia para solucionar los conflictos.
                                                                          Hecocu
CONFLICTOS

Al comenzar la alborada del planeta en su existencia
aparecieron cual maleza, codicia y ambición,
se iniciaron los conflictos al marcar la diferencia
entre nómadas y sapiens por falta de relación.

Los estáticos, creyentes de mayor inteligencia,
construyeron las ciudades de notable población;
los nómadas, en el campo, aceptaron con preferencia
convivir con la libertad, sin reglas ni sumisión.

Las contiendas se iniciaron entre tribus con frecuencia,
entre andariegos que hicieron del ataque su pasión
contra los civilizados que creían en sapiencia
y que esperaban al otro tras gran fortificación.

Durante varios milenios y por pura conveniencia
se mezclaron los dos grupos sin lograr conciliación
y comenzaron las guerras con la mayor virulencia
para someter al otro con barbarie y destrucción.

Las refriegas las hicieron los hombres con preferencia
porque mujeres sufrían total discriminación
creyéndose que eran seres de muy poca trascendencia
y que servían tan solo para hacer reproducción.

La humanidad se desmembró por hacer la diferencia
entre hombres y mujeres que no querían sumisión,
entre los pobres y ricos, de la mayor trascendencia,
y se instituyó el concepto de Estado y de Nación.

Se atacaron los baluartes de la mayor suficiencia,
enclavados en regiones de gran civilización,
y se sembraron los odios basados en teocracia
que llevaron a los pueblos a total devastación.

Pasados unos milenios de fraternidad en Grecia
se fracturó la unidad y se creyó en la rotación,
se organizaron partidos y nació la democracia
que garantizaría el mando al de mejor votación

Con el juego de los partidos se aumentó la injusticia
al elegir mandatarios con sombras de corrupción,
se organizaron élites para lograr alternancia
y se anidó el clientelismo para compra de opinión.

En las naciones surgidas prosperó la intolerancia
contra aquellos que perdían en la villa la elección,
se fraccionaron regiones y creció la burocracia
y se sojuzgó al de abajo con gran saña y sin razón.

Cuando llegó Jesucristo a este mundo en decadencia
Él nos trajo la doctrina de justicia y de perdón.
Los fariseos, escribas, príncipes con arrogancia,
combatieron su enseñanza con barbarie y aversión.

Al cumplirse dos milenios de Jesús en la existencia
la gente aún se obsesiona en cultivar transgresión,
no se respeta al hermano, no se tiene la prudencia
y se tiraniza al otro sin ninguna compasión.

La guerra ha sido el escudo de ficticia democracia
para derrotar por la fuerza al que hace la oposición,
sin pensar en realizar muchos cambios de importancia
para adaptar el Estado y su forma de conducción.

En el mundo habrá concordia y también preponderancia
cuando el dirigente entienda que se requiere la unión,
cuando ya no exista pobreza y se acabe la ignorancia,
cuando se elijan congresos de pulcra reputación.

Noviembre 11 de 1996



VIVENCIAS





 

Las trincheras construidas con ideas son más fuertes y resistentes
que las que se hacen con  arena y cemento.
                                                          Hecocu
VIVENCIAS

Nací en medio de una contienda absurda
que entre rojos y azules se libraba,
por mantener el poder y prebendas
en el pueblo la inquina se sembraba.

Desde niño sufrí la gran tristeza
del inerme que sale desplazado
dejando tras las huellas la riqueza
que con su esfuerzo había ya amasado.

Sentí el dolor de padre y madre ausente
y crecí con desahogo entre abuelos,
que en la mansión vivían el presente
en medio de oropeles y de anhelos.

Cuando llegó Rojas de presidente
conocí a la Nación en su congoja
y entre sueños aún de adolescente
juré a mi Dios servirle sin lisonja.

Luché por mi país desde teniente
buscando siempre paz y convivencia
y sólo encontré al ser intransigente
que prefiere vivir de la violencia.

En cuarteles sufrí con impaciencia
la muerte de indefensos campesinos,
en manos de apátridas sin conciencia
que matan por dineros clandestinos.

Con gran dolor vi morir al agente,
al soldado en la guerra fratricida,
al superior que puso de presente
que el “Deber es primero que vida”.

Conocí la Patria en toda su extensión,
recorrí sus llanuras y montañas,
navegué sus mares con la ilusión
de conseguir la paz en sus entrañas.

 De cerca vi los hilos del poder
que a marionetas con dinero mueven,
quienes atrás no dejan ejercer
la autoridad que en apariencia tienen.

Con espanto miré cómo el gobierno
impone la clientela sin conciencia,
convirtiendo la Patria en un infierno
bajo sombras de olvido y complacencia.

Con pesar vi cómo el hombre se vende,
cómo incumple la palabra empeñada,
cómo abandona el barco cuando se hunde
justificando con mente amañada.

Por los pobres sufrí con alma impotente
de mitigar el hambre y la miseria,
de mis hombres soñé que competentes
salvarán al pueblo de su tragedia.

El tiempo pasó cual rayo fulgente
y añejo soy en esta democracia,
mas quisiera volver con aliciente
a servir a una Patria sin falacia.

Quiera Dios que el sosiego sea latente,
que vivamos en paz sin amenaza,
que el desplazado, el pobre, el indigente
puedan tener la luz de la esperanza.

Junio 11 de 1994. Poema inspirado en momentos en que la corrupción y el narcotráfico alcanzaron los más altos niveles de infiltración y penetración en todos los estamentos del Estado.